Llegué a este país con la esperanza de obtener un buen empleo y una mejor calidad de vida. 

Fue entonces que decidí obtener mi certificación de limpieza y emprender mi propio negocio, a la vez que me ocupaba de criar y proteger a mis hijos.

Comencé repartiendo tarjetas en la escuela de mis pequeños, trabajando para algunos de sus maestros y promocionando mis servicios en el libro escolar del instituto. 

Han pasado diez años desde ese entonces en los que no he parado. Incluso durante la pandemia, cuando muchos negocios cerraron, mi pasión por este negocio y compromiso con la calidad de mi servicio mantuvieron en pie a Green Busy Bee. 

Hoy, una de las cosas que más valoro de este negocio es la oportunidad que me brinda para disfrutar de momentos preciosos con mi familia. Además, me encanta saber que, para nuestros clientes, nuestro trabajo representa un servicio de limpieza excepcional en el que pueden confiar y tener la certeza de que siempre les vamos a cumplir al pie de la letra.